Nuevo año 2017.

Cada final lleva un cúmulo de sentimientos positivos y a veces no tanto, pero siempre un dejo de nostalgia por lo que se acaba.
A punto de terminar el 2016, nos detenemos a hacer una reflexión.
Este ha sido un año completo de  trabajo y oportunidades, 365 días de entrega y esfuerzo, 12 meses de posibilidades y descubrimientos, 52 semanas de  empeño y búsqueda.
Cada vez que termina un año, hacemos un recuento que nos permite distinguir nuestras fallas y aciertos. Casa año que termina, implica la inminente posibilidad de iniciar un nuevo ciclo, con nuevas propuestas y tratando e enmendar errores y fallas. Cada año que inicia se presenta como un libro con sus páginas en blanco para que en él escribamos nuestro destino. Cada año que termina viene junto al año que empieza y no es casualidad: el año que termina nos deja enseñanza y a la vez nos proporciona la energía que necesitamos para mejorar y comprometernos cada vez más con aquello que nos motiva.
El 2017 es un año que se vislumbra con muchos retos, pero ante todo, es un año de esperanza. Para los niños de Casa de Santa Hipólita es un año que empieza con la certeza de que sus estudios serán una realidad.
Deseamos a todos  un ¡feliz año nuevo 2017!