Esperamos...

       Hace una semana que se reanudaron las clases en México.  Este año, esperamos ver que las reformas educativas vayan poco a poco rindiendo frutos en nuestra población escolar.
También esperamos que más y más maestros continúen comprometiéndose con la infancia y juventud de nuestro país, que prediquen con  el ejemplo y que se entreguen con entusiasmo y compromiso.
Este año esperamos que la situación de nuestro país permita que nuestros niños y jóvenes de escasos recursos puedan seguir sus estudios y no deserten para tener que ayudar en casa con los gastos. Este año también esperamos que estos chicos y chicas, asuman su compromiso y que puedan entregarse a sus estudios al 100%.
Este año somos muchos los mexicanos que nos ocupamos de fomentar la educación en nuestros niños y jóvenes. Está en nuestras manos que ellos puedan dedicarse al estudio de tiempo completo.

De las capacidades diferentes

De los temas más frecuentes como quehaceres urgentes de la educación, está la integración.
Este concepto se refiere no sólo a la inclusión sino a lo que sigue después de ésta. Estamos hablando de los estudiantes que actualmente llamamos, con capacidades diferentes.

Tal vez el nombre que se les ha asignado es erróneo: todos tenemos capacidades diferentes. Y de esa diversidad surgen muchísimos temas en la educación.

La educación actual debe concentrarse en los individuos pues, si bien los contenidos de los programas están siendo revalorados y tratados, creemos que es mucho más urgente que toda la población educativa sea consiente de las diferencias para que los contenidos puedan acercárseles a los muchachos de manera más atinada y amable.

Las reformas en las evaluaciones y contenidos sólo tendrán valor en la medida en que  se incorpore verdaderamente  a los niños y niñas víctimas de la violencia, con déficit de atención, debilidad visual o auditiva, con problemas emocionales, autismo y un larguísimo etcétera.

Nuestro país está apenas empezando a educarse en este sentido y a pesar de grandes avances al respecto, falta mucho por hacer: necesitamos que, no sólo en la escuela sino en todos los ámbitos se nos recuerde como seres humanos que todos nacimos con la misma dignidad y que todos merecemos el mismo derecho a vivir mejor.

Recordemos que todos tenemos capacidades diferentes: no sólo en cuanto al aprendizaje, sino en la vida cotidiana. Nuestra habilidad emocional, nuestros valores, nuestra actitud, nuestro acervo cultural son totalmente diferentes entre cada ser humano. Factores como los mencionados son sólo algunos de los que aunados a nuestras capacidades físicas, nos dan la amalgama que es un ser humano y que la familia y la sociedad ponen enfrente de la vida a vivir en un mundo por demás conflictivo.

La integración tal vez debe empezar por entender que nadie es más que otro y que las personas que tienen alguna dificultad para realizar su aprendizaje "normalmente", nos recuerdan que hay que revalorar lo que tenemos y compartirlo con quienes lo necesitan para lograr un mundo más justo y equilibrado.