El hecho de vivir en un mundo que hemos reconocido recientemente como globalizado, nos hace pensar que somos sólo una pequeña parte de ese gran total que nos mueve como humanidad. Y en lo concreto, nuestra sociedad más íntima, la nuestra (la mexicana) nos recuerda a gritos que falta mucho por hacer para que éste sea un país de verdaderas oportunidades para todos.
Todos somos parte de la solución, si así queremos verlo. Pero todos somos parte del problemas si no actuamos.
Debemos hacer a un lado esa apatía que nos hace conformarnos con que alguien más tomará las riendas y resolverá nuestros problemas. Debemos tomar medidas concretas como participar en la solución y no ser parte del problema.
Una solución en concreto, es la educación. Participemos para que la instrucción llegue a los más necesitados para que, en su futuro, ellos tengan mejores herramientas y dejen de pertenecer a ese grupo y, entonces, puedan saberse integrados y a futuro, sean también parte de la solución.