Creemos que para la mayoría fue inevitable mantenerse totalmente al margen del mundial de futbol 2014.
Demasiada publicidad, intereses económicos, en fin, mercadotecnia. Pero detrás de todo esto, hay aspectos que cabe rescatar. Uno de ellos que nos viene a la mente, es el espíritu de equipo que manifestaron algunos conjuntos, concretamente (a nuestro criterio), el alemán, el campeón.
Independientemente de la nacionalidad, su trabajo demostró que uno puede contar con el otro, que juntos, con la misma meta y un gran esfuerzo, sin envidias, sin egoísmo pueden lograr su objetivo.
Estos pensamientos nos llevan a hacer una analogía con la situación de nuestro país y específicamente con la niñez y juventud.
Todos formamos parte de este equipo que es México. Con el esfuerzo constante de todas las partes de la sociedad, incluyendo el trabajo mismo de niños y jóvenes, con un gran compromiso y trabajo de verdadero equipo, es seguro que podemos lograr mucho. Enfocando nuestras energías en la educación de niños y jóvenes, a mediano plazo veremos resultados: aumentará el nivel de estudios, habrá más gente preparada para trabajar, se podrán generar nuevos empleos, se disminuirán los índices de violencia, etc.
Sin embargo; esto requiere como hemos dicho, de un trabajo constante, de un esfuerzo en conjunto y de mucha tenacidad y paciencia, pero ¿quién dijo que la victoria se obtiene fácilmente?